Chile Terror Fest — Día 2 (7 de diciembre de 2025):
El culto se ha completado
La segunda jornada del Chile Terror Fest cerró con una demostración contundente de metal extremo: una mezcla precisa entre leyendas internacionales y fuerzas locales que no sólo rindieron homenaje a sus raíces sino que las hicieron reverberar en el Teatro Caupolicán. El formato de dos fechas se concretó con un cierre a cargo de Triptykon, que convirtió la noche en un rito dedicado al legado de Celtic Frost.

La apertura del día corrió por cuenta de Demoniac: los locales arrancaron con una descarga de thrash/metal oscuro que funcionó como despertador para la platea, se vio más gente que el día anterior y totalment desatados entregados a la música. Temas como The Trap, Death Comes y Granada consolidaron un set afilado, preciso y con la entrega de una banda que logra manejar el tempo entre violencia y groove. Su intervención ha sido realmente un arranque perfecto para la jornada.

Atomic Aggressor siguió explotando la veta más death-metal nacional: su set incluyó clásicos obligados como The Primal Chaos, Bleed in the Altar y Spawn of Doom, con una ejecución compacta que exaltó a los fans de años y puso en claro por qué son un pilar fundamentalen el underground chileno. La sección rítmica se mostró sólida y la respuesta del público fue entusiasta, con moshing controlado y ovaciones entre tiempos. Fue nostálgico y poderoso verlos con una puesta en escena firma y decidida.

El momento thrash internacional estuvo representado por Sacrifice, que cumplió con una presentación de alto voltaje. El repertorio combinó clásicos y material reciente, incluyendo Forward to Termination/Terror, In Defiance, Comatose y Afterlife, y mostró a una banda en forma, que supo alternar velocidad con pasajes más marcados y punzantes. Los punteos y la sección rítmica sobresalieron, y el público respondió con energía sostenida. La recepción fue muy buena, ya para esta hora el público estaba muy eufórico y disfrutando cada tema. Un repertorio muy prendido y potente que sacó a algunos volando por encima del público para llegar al escenario, o al menos intentarlo para conseguir acercarse a los músicos.

El cierre lo firmó Triptykon, que entregó un set monolítico y ceremonial compuesto en buena parte por covers/evocaciones a Celtic Frost: Circle of the Tyrants, The Usurper, A Dying God Coming Into Human Flesh, Dethroned Emperor y varios más, con un ambiente oscuro, sobrio y monumental que transformó el Caupolicán en un altar. La intensidad y el peso emocional de la banda se sintieron en cada pausa y en los aplausos finales. Creemos fielmente que este fue un excelente cierre, se completó el circulo con una banda que demuestra solidez y cercanía con el público. Si trayectoria los ha traído para darle el broche de oro a dos jornadas en las que la gente lo pasó increíble, sin mayores contratiempos, realmente todo fluido y con músicos a la altura del espectáculo.
En conjunto, la segunda fecha del festival dejó la sensación de que la curaduría fue acertada: equilibrio entre lo histórico y lo actual, presencia local de nivel y una producción que respondió (sonido y logística). Las crónicas de la jornada coinciden en que el balance entre culto y celebración se mantuvo toda la noche, y que el público fue parte activa del evento.
Será hasta el próximo año.
Ph: Vixartevisual
Nota: S. Parra
